CHAPTER SEVEN. / For once in my life

ᅳSigues roncando igual que siempre ᅳmustió Ebony, nada más levantarse.

ᅳAguantaste cuatro años, podrás aguantar unos días más.

Así que esas eran las vibras para la mañana, perfecto.

Ella soltó un suspiro largo y se metió al baño de arriba, mientras Pedro bajaba al de abajo. Los habían dormido mal, con miedo de despertarse enredados el uno con el otro, y aún con sus preocupaciones, ocurrió. Ebony se había despertado con el brazo de Pedro pesándole en su costado y ella agarrándole la mano.

Ninguno de los dos lo mencionó en ningún momento, simplemente lo ignoraron como si no significara nada. Aunque los dos pensaron en ello demasiado.

ᅳTu hermana y mi familia llegan en dos días ᅳdijo Ebony, bajando del piso de arriba perfectamente vestidaᅳ. Tendremos que ir a hacer la compra.

ᅳDeberíamos ᅳasintió Pedro, asomándose por el baño mientras se afeitaba ligeramente la barba.

Ebony adoraba el bigote que llevaba Pedro siempre y como se sentía al besarlo. Desvió la mirada y se volvió a centrar al momento, intentando no pensar así del. Seguía siendo su ex.

Salieron a las calles de Nueva York. Hacía frío y probablemente esa noche nevaría, las calles estaban abarrotadas de gente como de costumbre. Se dirigieron al supermercado de barrio donde hacían todas sus compras cuando vivían juntos.

ᅳ¿Qué necesitamos? ᅳpreguntó ella, mientras cogía un carrito.

ᅳDe todo.

Ebony suspiró, llevaba respondiéndole cosas banales toda la mañana, y le estaba poniendo de los nervios. Compraron todo lo necesario para hacer de comer para la próxima semana y una cantidad innecesaria de dulces.

ᅳ¿En serio necesitamos tantas regalices? ᅳdijo Ebony, poniendo sus brazos en jarras y frunciendo la boca.

ᅳNunca son regalices suficientes ᅳsentenció Pedro y luego se giró, dejando los paquetes en el carritoᅳ. A mi sobrina le encantan. Y a mi también, para que mentir.

Ebony le regaló una media sonrisita y empujó el carro por los pasillos, parándose en el de bebidas. Cogió una botella de vodka y otra de ron. Antes de que pudiera ponerlas en el carrito, Pedro la detuvo con el brazo.

ᅳNo lo necesitas, Ebony ᅳmurmuró, con una mirada sincera.

ᅳNo sabes lo que necesito y lo que no ᅳmasculló entre dientes y apartó el brazo de Pedro para meter las botellas en el carrito.

ᅳEbony...

Lo dijo con ese tono. Esa condescendencia enmascarada de preocupación. Solo intentaba hacerse el héroe con ella, fingir que le importara para que volviese a caer entre sus brazos. No iba a pasar.

ᅳYa está, ¿vale? ᅳsentenció, unos tonos más altoᅳ. Si quiero beber es mi problema.

Pedro no dijo nada. Estaban en público, los podían reconocer en cualquier momento, no era una buena idea montar una escena.

Pagaron en silencio, Ebony con la mirada baja y Pedro pasando la tarjeta. Metieron las bolsas en su carrito propio y volvieron caminando a casa. Ebony tiraba del carrito y Pedro llevaba las manos en los bolsillos. No había llevado chaqueta y no hacía más de cuatro grados. 

Pronto vieron como alguien se giraba al pasarles, reconociéndolos. Los dos se dieron cuenta al momento y se miraron.

ᅳDeberíamos ir de la mano ᅳcomentó Pedro.

ᅳ¿Ah? ᅳEbony alzó la mirada, después de tenerla perdida.

ᅳHay alguien en la otra acera sacándonos fotos, y siempre íbamos de la mano. Sospecharán si ahora parecemos dos niñatos cabreados.

Ebony miró a la otra acera, viendo a quien se refería.

ᅳTú sí que eres un niñato cabreado ᅳasintióᅳ. No van a sospechar nada, yo estoy llevando la compra y tú eres un estúpido que sale sin cazadora casi nevando.

Pedro tomó aire, intentando no tener una reacción física, por temor a las cámaras. No le apetecía que a días de que llegase toda su familia saliesen titulares.

Ebony no aguantaba que a Pedro siempre le preocupase tanto los paparazzis o los fans simplemente pidiéndoles fotos. Era algo que le ponía nervioso y hacía que Ebony se estresara también.

ᅳEbony, por favor ᅳmustió él, poniendo los ojos en blancos.

La aludida suspiró, aún le seguía importando la ansiedad de Pedro y no podía hacer nada por ello.

ᅳEstá bien, ¿quieres que te de la mano? Pues te doy la puta mano ᅳdijo, casi en una exclamación y entrelazó su mano con la del.

Estaba helada y tuvo el autoreflejo de hacer unos círculos con el pulgar, que cuando se dio cuenta, lo detuvo al momento. 

Volvieron a caminar en silencio, aprovechando los restos de contacto físico. Ebony pensaba que Pedro lo había hecho porque la añoraba, no quería que la añorase porque sino ella también lo haría.

Pedro la añoraba, pero no por eso le había dado la mano. Solo no quería que hubiese más rumores en su persona. El tacto de la piel de Ebony era cálido, aunque no era difícil porque tenía las manos casi congeladas

ᅳSabes que se acabará haciendo público ᅳcomentó Ebony, en un susurro. Pedro la miró, con el ceño ligeramente fruncido. Entendió a lo que se estaba refiriendoᅳ. Tarde o temprano se darán cuenta.

ᅳLo sé ᅳdijo con un hilo de vozᅳ. No sé si quiero... si quiero que sea real.

ᅳYa es real.

Pedro no la miró, sabía que ella lo estaba mirando pero no se atrevía a girar la mirada. Tragó el nudo de su garganta y asintió.

ᅳLo sé.

Ninguno de los dos dijo nada más en todo el camino. Ni cuando ordenador la compra en casa. Ni cuando Pedro preparó algo de comer para los dos. Ni cuando subió al piso de arriba con su botella de ron.